Y aquí finalizaba la travesía. Hoy solo quedaba descender desde el refugio hasta el lago, lo que me llevo unas dos horas y media de tortura, pues ya me dolía todo al caminar. Fue un periodo para la reflexión y asimilación de lo acontecido en la ultima semana, la cual en parte se me hizo muy corta (por todas esas cosas de las que me quede con ganas de conocer), y en parte muy larga (por el desgaste físico). Camine buen rato entre la niebla hasta que alcance la pista final. Llegue al lago y de ahí directo a los aparcamientos de la Buferrera, donde cogí la guagua de vuelta a Cangas y después a Oviedo. Así daba por concluida una aventura que solo unas semanas antes formaba parte de una cuenta pendiente a realizar, y que ahora, por lo rápido que han sucedido las cosas, aun me parece mentira que haya cumplido.
Muchos son los detalles, anécdotas y fotografías que se me han quedado atrás, pero realizar una crónica mas elaborada me hubiese llevado demasiado tiempo, así que espero al menos haberles hecho una idea de lo que me ha podido suponer esta nueva experiencia.
Saludos a tod@ss!!
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