A continuación les dejo lo que fueron mis datos. Evidentemente las cifras son aproximadas, pues no fueron registrados por un gps, más bien un cálculo entre lo indicado en los mapas, los paneles informativos y el registro personal.
En mi caso la guía seleccionada fueron los mapas de la editorial Prames. A mi modo de ver la señalización es bastante aceptable a lo largo de todo el recorrido, por lo que más bien debe resultar una ayuda para reconocer en cada momento hacia lo que te enfrentas. Otra cosa es que uno ande distraido, en cuyo caso recomiendo detenerse inmediatamente después de percibir la supuesta pérdida, dehacer el camino andado hasta la última señal de la que tuviste constancia, y volver a empezar todas las veces que hagan falta hasta dar con la siguiente. Habrá ocasiones en las que comprobarás que ibas en la dirección correcta. Digo esto porque por el camino me encontré a varios caminantes que me advertían que en determinados tramos el camino no estaba claro, mal señalizado, e incluso que iba a ser casi imposible no perderme. Luego comprobé que no es así, simplemente hay que estar atento y saber resolver la situación. Es normal despistarse. Si vas solo, porque te entretienes con tus propios pensamientos. Si vas acompañado, porque te distrae una conversación. La cuestión es evitar al máximo hacer metros de más, pues caminando afecta bastante más, en las energías, la moral y el tiempo a invertir (hay que reservar suficiente tiempo para descansar).
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