Una de Ata, por favor.

Sin duda, esta entrada hace honor al titulo principal de este blog, pues en ella quedaran reflejados unos de los "poquitos de mi" mas característicos, sobre todo el de... "un poquito cabezón / imprudente / titubeante".
Aquellos a quienes el aburrimiento les da y les sobra como para indagar por esta mi humilde ventana , mi escaparate personal, recordaran que hace unas entradas decia algo asi como: "o en tres días estoy corriendo, o se acabo". Pues quede constancia que estas palabras fueron escritas tal día como un 23 de Enero. Y si se recuerda la ultima entrada, es evidente la evolución que siguió el asunto. Ahora, vamos con la nueva entrega de una crónica de final verdaderamente incierto e intrigante incluso para mi mismo mas que para muchos, que seguro me conocen mejor de lo que yo quizás consiga hacerlo nunca.


Con el lunes dia 7 una nueva semana se iniciaba, y con el también quedaban atrás algunas cosas, al menos por el momento. Por mi cabeza seguía transitando cierto asunto: "bueno, el sábado..., pude trotar un poquillo. Eso tal vez  signifique que puedo intentar correr un poquillo también, a ver que pasa, y..., bueno, ejem, ejem, solo con probar no pasa nada". Y por allá, digamos que por allá, por donde discurren las verdades, allá donde estas fluyen un tanto ocultas e ignoradas, allá bajo la capa mas superficial con la que nos presentamos incluso ante nosotros mismos, con la que nos topamos al enfrentarnos a nuestro propio reflejo, distorsionado este por tantas y tantas pretensiones, o negaciones, o vayan ustedes a saber cuantas cosas mas, se escuchaba una vocecilla retraída, que decía algo así como: "quedan cuatro semanas para la Trans, vamos, que tu puedes, inténtalo". Y esto fue lo que paso:

Lunes 7: Me voy al gimnasio y, antes de enfrentarme a las maquinitas que tan poco me gustan, me hago mis minutillos de bici para calentar. Cuando termino pienso... "¿y si pruebo a correr quince minutillos?" y me aproximo a la zona de cintas. Todas ocupadas. Espero cinco minutos y no se libera ninguna (uy, que me enfrio, ¿y si corro afuera?) Y para afuera  voy. ¡Vamos a dar vueltas a la pista! Y vueltas doy durante los 15 min. ¡victoria! ¡es posible, es posible! Me vuelvo a por las maquinas. Luego, a nadar un poquillo que viene de maravilla, aunque me da la sensación de que soy como un tractor que se intenta abrir paso entre toda la masa de agua. 
Llega la tarde y... ya va siendo hora de subir a esa montañita a la que tenia echado el ojo desde hace bastantes años. Y me voy para el Cruce de Arinaga y mi aproximo a la base del Roque Aguayro. Un bonito dia para una bonita excursión entre piedras y vegetación en su estado mas salvaje (vamos, sin camino). Y a caminar. Paso una tarde muy divertida, consigo la cumbre de una montaña pequeñita, pero simbólica, alli al lado y sin embargo aparentemente tan lejos. El verde lo baña todo y las panorámicas y sensaciones son realmente gratificantes. ¡Esto es vivir!. Y mi pierna, soportando.

Martes 8: Hoy voy a intentar correr, aunque sean 40 minutillos de naaa al trote!! ¿40 min. de nada? ¿al trote? Pues de eso nada, como primer entrenamiento después de 20 días sin poder dar una zancada en condiciones, me da por salir desde casa, lo que significa... cuestas!! Y para no extenderme, termino haciendo una hora con desniveles y a ritmo aceptable. La pierna, molesta, pero soportando. 

Miércoles 9: Hoy era el día de correr un poco mejor, el de ayer solo una toma de contacto. A ver, pero ¿como se puede engañar uno a si mismo de manera tan descarada? ¿tu tienes amnesia o que? parece que si y vuelvo a correr otra horita a ritmo aceptable, previa sesión de maquinitas y piscina. Acumulando el típico agotamiento del retorno, pegajoso como solo el puede serlo. La pierna, aun molesta, como con una goma endurecida bajo la piel de unos 20 cm. de largo, pero soportando.

Jueves 10: Hoy, descansar. ¿O no? Termino cogiendo la bici y haciendo algo mas de 40 kms. urbanos, si, con la única intención de pasear, pero ya se sabe, la  avda. tienta a apretar un pelin y mis cuadriceps terminan diciendome. ¡pero muchaaaa, tu estas loco!. La pierna, pues imagino que en el fondo debe ir mejor, pues si esta aguantando la pobre...

Viernes 11 (Doble sesión): Este día tenia intenciones de hacer unos cuantos kilómetros entre senderos con un amigo, pero por cuestiones burocráticas no pude ser, así que una vez mas a corretear solito tocaba. Pensé en hacer los ultimos 23 kms. de la prueba, pero la pereza pudo conmigo y al final me hice una hora y cuarto nocturna por los Giles (mas cuestas!), con frontal y peto, para ir haciéndose uno a la idea por si las moscas, jeje. Y cansado, cada vez mas cansado. Pero quedaba la segunda sesión tan solo dos horas después de acabar la otra. Este entrenamiento es un poco mas llevadero, pues consiste en ir realizando diversos avituallamientos por las distintas zonas de la ciudad, y como final una subidita de algo mas de dos kms. caminando hasta mi casa. ¡De risa!, pienso.

Sabado 12: Hoy, a descansar de verdad. Si, claro claro. Con apenas cuatro horas y media de sueño me voy a la playa, por eso de relajarse uno un pizco con el solito y el agua. Pues ni solito, ni agua, ni relax, ni descanso, ni na. Al final, dia de no ejercicio fisico no es igual a dia de descanso, eso es lo que aprendi, jeje. Llamo a Fran a ver si le queda hueco en el coche para subir el domingo a Garañon. Ellos, carrera de orientacion, yo, 42 kms por delante.

Domigo 13: O lo que es lo mismo, hoy. Me pasan a buscar a eso de las 9:20 A.M. (GRAXAS!!), vamos p'arriba!! Y vamos charlando entre curvitas hasta llegar a Garañón, donde se puede ver el cielo azul, y donde hacia menos frío del esperado. Tras un ratito allí viendo los previos de una carrera de orientación (a ver cuando me animo), el fresquete va calándome cada vez mas, así que decido emprender mi suicidio particular. Empiezo a correr y me doy cuenta de que esto es una locura, pues las piernas seguían cansadas y me pierna derecha concretamente especialmente molesta, pero bueno, hasta donde se pueda (ejem, ejem). Y así pasan los primero kms. hasta la Cruz de Tejeda, ahora, para Teror. Tras la subidita que te aleja de este emblemático lugar comienza la bajada un tanto húmeda, con niebla y suelo resbaladizo.  Al rato alcanzo a un grupito que va tranquilo, ellos esperan a uno de los compañeros, yo sigo de largo y, tras perder el equilibrio y tras unos momentos de suspensión en el aire (en los que observo como a camara lenta la leche que me voy a meter) me doy directamente contra una roca incrustada en el suelo, en el margen derecho del camino, con llamativo aullido incluido. Algo asustado por lo aparatoso del asunto me levanto y sigo corriendo tocandome el antebrazo temiendo alguna fractura, pues este se fue directo contra un saliente de la roca, pero nada, no paso nada, raspones y listo. Y me quedo pensando en el grupito que acababa de pasar. Sin duda se habran alarmado, pense, pues el gemido fue considerable, y ya me los imagine corriendo en mi auxilio, pero para su sorpresa, sin encontrar rastro alguno, jejeje. Esto me provoca una analgésica risotada. Creo que en el fondo fue la tipica verguenza que le da a uno solo de imaginarse a los demás observándolo espatarrado en el suelo, jajaja. Y continué bajando, con un pelo mas de precaución, hasta alcanzar las variaciones que hicieron el año pasado en algunos sectores del rutometro, donde me despisto en una de estas. Y para Teror. Llego molido, y abrumado entre tanta gente. Miren que hacia tiempo que no iba un domingo a Teror, y en coche, al menos, no pienso volver, pues la cantidad de gente me sorprendió, la verdad. Y la cola de coches que se acercaba cuando tome el camino para continuar la marcha, también. Ahora venia el tramo de la incógnita. Desde el año 2007 que hiciera la carrera habían hecho modificaciones en este tramo, así que iba a la expectativa de lo que me iba a encontrar. La pierna, con la molestia ahí pegada (estoy como una cabra/jaira, pienso. ¿Creo en los milagros? Si. Pienso también) Y los kms pasan, y no me desagradan los cambios, y cada vez mas cansado, y apretón, y soltada de lastre (jiji, si, hay que decirlo), y se llega a Tenoya, y me cag... en sus piedrecitas y en el barro. Un ratito no esta mal, porque te hace ir un poco mas lento y asi uno no se cansa tanto, pero es que se hace pesado pesado. Hasta que alcanzo la cuestita de Tenoya, ya bajo la solajera plena. Y las reservas van justas, y comienza el sufrimiento, y el cumulo de cansancio y de jornada hacen mella. Me aproximo a los Giles y esto es puro entrenamiento de carrera, pues tengo que hacer fuerzas para no dejar de correr, y recuerdo las carreras, y esa sensación que siempre llega de plomos fundidos, de querer no dar ni un solo paso mas, de la lucha por no echarte a caminar mas de lo imprescindible, y el calor, y el sudor, y las pulsaciones que suben, y el que te sigue acechándote, y la lucha, la lucha contra tu propia cabeza, tu voluntad,  ¿seras capaz de vencerte? y en ello voy pensando por la monótona carretera que te conduce hasta la meta. Como engancha este maldito sufrimiento, pienso una vez mas. Y llego al Auditorio muertito.

Y ahora, mas molio que nada aun, digo en voz alta: "VIVA LA COMPETICIÓN IRRACIONAL", porque signifique lo que signifique en esos otros aspectos que ahora me ocupan, y que no pierdo de vista ni por un solo momento, hay una gran verdad a su vez, y es toda esa cantidad de cosas positivas (me resultaria imposible de enumerar) que nos aportan, entre las que, como me gusta decir, se encuentra la de "recordarnos nuestra propia existencia física", que nos recuerda que formamos parte de algo, que nos funde durante unas horas con todo ello, y que nos aleja de la ficción en que se han convertido nuestras vidas, y eso, eso es algo verdaderamente maravilloso.

Como al principio les comentaba, esto ha sido una buena dosis de mi. Imprudencia pura, temerario como yo solo, pero bueno, de momento es lo que hay. Si esto se rompe antes o durante la carrera (si llega), prometo no quejarme, jeje.

Besiness!!

P.D.: Ahh, y para celebrar la semana les dejo este video. Mas oportuno imposible. ;)


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