Domingo. 2 de Enero, 2011.
Si llego a saber la que me esperaba este día me quedo en casa metidito en la cama. A dos meses para la Trans empiezo la etapa mas dura, en la que me toca introducir algo mas de volumen y alguna que otra sesión de calidad, con kilómetros e intensidad aceptables. Con el fin de tomar referencias en cuanto a sensaciones y tiempos pretendo realizar el entrenamiento (los 40 kms. mas exigentes de la carrera) a un ritmo constante, sin demasiados apretones pero tampoco relajándome demasiado, y... ¿para que escuchar al cuerpo? ¿para que dejar de lado las buenas intenciones? ¿para que aceptar las circunstancias? Como suele ser habitual, mis ganas, mi ambición, no suelen abandonarme ni uno solo de los días de entrenamiento, de tal manera que afronto cada uno de ellos perdiendo de vista la realidad, y esta es que no soy un superhombre, que necesito dias para asimilar el trabajo realizado, que necesito descanso, y, sin embargo, parece que me cuesta aceptar este hecho y me planifico las semanas sin tener en cuenta los diversos factores. Uno de ellos, las pocas de sesiones de gimnasio que llevaba el mes de diciembre (3), vitales para mis rodillas. Que en estas semanas no he tenido la cabeza especialmente en mi sitio, y esto, irremediablemente, afecta al rendimiento y al buen estado físico. Que desde la ultima carrera no había dejado tiempo suficiente para recuperar, exigiéndome cada vez mas, introduciendo sesiones a las que no estaba acostumbrado y, como consecuencia de todo ello tenemos el resultado de este dia.
A las 8:15 h. llego a Las Mesas, aparco el coche y salgo en busca de los bártulos (riñonera, algo de abrigo y playeras) muerto de frío, y es que uno esta tan poco acostumbrado ya que a 6º ya se muere. Hago tiempo hasta las 8:30 h. con la calefacción bien puesta, me pongo los guantes y el cortavientos y.... que empiece la fiesta. Empiezo a trotar por la carretera que conduce hasta el comienzo de la Ruta de la Plata, y ya siento que las piernas no estan frescas, o, mejor dicho, quizás demasiado frescas (del frio), las molestias en el tendon rotuliano de mi pierna derecha (desaparecidas durante muchos meses) vuelven a hacer acto de presencia y a amenazarme seriamente, pero lentamente voy entrando en calor y van desapareciendo, o, mejor dicho, dejando de ser perceptibles. Vistas espectaculares en las primeras horas del dia de la zona Sureste de la isla, y pronto empieza la bajada empedrada. En poco mas de media hora llego hasta Cruz Grande, donde me tropiezo con un grupo de senderismo que comenzaba la Ruta de Las Presas. Hablo con un señor que me interroga sobre los planes que tengo para el dia (si, bueno, es que,...., venga vale, estoy un poco loco!!, pero..., como yo muchos mas eeh!! y cada vez mas!!, jejeje). Sigo trotando camino de la presa de Chira, a donde llego tras algo mas de cuarenta minutos, y algo me dice que algo no anda bien, hora y veinte y ya pesado de piernas?? .....mmmmm!! Me quito el cortavientos y doy la bienvenida al calor, y sigo para Soria, por la maldita bajada que une ambas presas. Aunque se ve que algo ha sido arreglado el sendero pienso en lo duro que va a ser pasar por ahí el día de la prueba, con cincuenta y algo kms ya en las piernas, probablemente aun de noche, y...., ¿ya me habrán aparecido mis tradicionales calambres? Tras una media hora de martirio llego hasta el muro de la presa y la veo creo que como nunca, con mucha agua, y con unos colores preciosos, y pienso "como me quedaba por aquí sacando fotillos..., jeje", y es que aquí empezaba lo serio. Sin parar salgo trotando por el asfalto en busca del camino que me conduciría a la ultima de las presas, Las Niñas. Una vez cojo la pista de tierra me llevo un ligero susto al ver salir a Oliver de detrás de un arbusto (y yo pensando... "ahí detrás debe haber escondido un caballo", jajaja), nos saludamos y sigo para arriba. Aumenta el calor y prefiero dosificar un poco, pero para mi sorpresa, lo que se habia convertido en una bajada de ritmo voluntaria se convirtió en una imposición física, poco a poco me va costando cada vez mas trotar cuesta arriba, hasta que me limito a caminar. Llego hasta la carreterucha de asfalto que conduce hasta la zona de avituallamiento (que bien me hubiera venido hoy, pienso). Paro un minutillo para estirar mis "patas de ganso" que ya me han lanzado algún aviso, y para arriba con los bidones con apenas agua. Y aqui es donde definitivamente percibo que algo no anda bien, dos horas y media de entreno y ya medio "empajarao", y encima sin comida y apenas bebida. Adelanto a otro de los chicos de Firgas, pero mi ritmo va disminuyendo cada vez mas, junto a mis fuerzas y mi voluntad. Y comienza el dialogo interno. ¿Y que hago yo aquí? Pero no de aquí y ahora, que también, sino... ¿que hago yo preparando esta carrera? ¿acaso no vengo, una vez mas, de pasar meses y meses retirado por lesión? ¿para que tentarla de nuevo? ¿porque? ¿que pretendo demostrarme, o demostrarles, a quien? ¿cuando sera suficiente? ¿porque? ¿porque tanto sufrir? ¿no es suficiente con la vida misma? ¿sera que en el fondo es mas sencillo superar estas crisis que las que la vida te va regalando por el camino? ¿no sera sino un consuelo, un desahogo por la impotencia provocada por las otras? ¿que hago yo aqui? Pero uno ya sabe de que va esto (¿o va a ser que no?) y se que simplemente tengo que pasar este trance, mirar hacia el objetivo mas cercano, luego hacia el otro, y así hasta llegar al final, allí habrá tiempo para continuar con el dialogo desde la distante perspectiva de un corazón frió, de una cabeza templada, que generalmente se dispersa, se entretiene, y termina cerrando los ojos hasta la próxima ocasión. Aserrador para arriba, Aserrador para abajo, y ya apenas puedo trotar ni cuesta abajo, ayyyy!! Llego a la zona mas incomoda, justo antes de enlazar nuevamente con la carretera, a donde llego como si fuese una victoria, ¿para que? para seguir subiendo y sufriendo, ahora hasta el Roque Nublo. ¡¡Quiero llegar yaaaa!! Y tras una rato mas llego a la base, me tropiezo con la caravana senderistica, esto parece Triana la noche de Reyes, por dios!!! bajo esquivando al personal, alli me espera una buena coca-cola fresquita y agua. En un principio tengo intenciones de acortar e irme directamente al coche, pero alli me encuentro a los compañero de Firgas que iba delante, hablo con ellos un pizo, recompongo mi moral que no mi fisico y decido intentar subir al Pico de Las Nieves. El siguiente tramos es horrible, duras pendientes nada mas empezar, y yo tieso ya, hasta que llego a la zona de roca, donde.... aparecen los malditos calambres (joeeer!! que doloooor!!). Igual que en la Challenge del año pasado, clavado en el sitio, lagrimas de dolor e impotencia, no puedo ni moverme, y paso asi unos diez minutos, pequeña tregua y sigo, pero vuelven, y asi un rato hasta que al final consigo salir de la zona mas incomoda, y decido dejar el ultima tramo hasta el Pico e irme al coche directamente, no merece la pena tentar a las lesiones. Llego al coche muerto, acalambrado, paseo, suelto piernas, me refrigero, y a la media hora me vuelvo a casa, pero...., sorpresa, los calambres no cesan ni en el coche, tengo que parar hasta tres veces donde mejor puedo, parece que el entreno no termina hasta la puerta de casa, donde por fin llego.
Escribo todo esto casi con una semana de retraso, el tiempo que he tardado en recomponerme tanto física como moralmente. La secuela mas notable ha sido el mal estado de mi tendón rotuliano, lo cual me ha afectado notablemente a la motivación, pues ya me conozco bastante bien de que va el pobrecillo y las limitaciones a las que generalmente me somete. Aun ando un poco desilusionado, pues en estos casi tres meses de entreno aun no he tenido ni una buena sensación en la montaña. Pero bueno, al menos el jueves pude entrenar una horita a buen ritmo, y hoy sábado voy a por otro rato mas de entreno. Así que de momento la preparación continua sin verse alterada. Ahora toca gimnasio, hielo y anti-inflamatorios, y en unos pocos días sabre definitivamente la gravedad del asunto.
Pero lo que mas me llama la atención es que soy consciente de que si quiero cumplir el objetivo, debo olvidar ese dialogo interno a un lado, quedarme dos meses mas con la venda en los ojos, y luego... ¿que? Por suerte, luego tendré todo el tiempo del mundo para reflexionar, pero esa ya esa es otra historia, historia que un dia no muy lejano espero poder explicarles mejor.
BeSiNeS!!
P.D.: Las fotografias corresponden a la primera parte del camino, pero fueron sacadas en Febrero del año pasado.
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