A pesar de que en Las Palmas el día amaneció cubierto por una inmensa nube llorona, y que en el sur el cielo tampoco presentaba gran aspecto, cuando llegamos a las proximidades de La Aldea el día prometió despejarse para permitirnos así disfrutar de las grandes panorámicas que esta magnifica ruta ofrece. A las 9:37 h. y tras dejar el coche en la Deg. de Tasartico, emprendimos camino al pueblo por la carretera poco mas de cuatro kilometros. Una vez alli accedimos al inicio de la ruta, por un sendero que discurre al lado opuesto del que conduce a Guguy. Tras salvar algo mas de 400 m. de desnivel, siempre por camino, llegamos a una degollada a partir de la cual, guiados por algunos mojones y siempre cresteando, accedimos a la primera de las dos montañas del dia, Mogarenes, que con sus 892 m. de altitud nos regala grandes perspectivas del trayecto que luego nos conduciría a la montaña de Lobas.
Aquí paramos para disfrutar de la sensación de encontrarnos un poco mas cerca de convertirnos en pájaros. Aunque de lejos no lo parezca es posible estar allí arriba y ponerte a la "pata coja" sin correr el riesgo de echarte a rodar ladera abajo. Cierto es que si me llegan a dejar con un helicóptero hubiese creído imposible bajar por sus paredes, pero si, es posible y sin muchas complicaciones. Así que tras comer algo y las fotos de rigor, retomamos la marcha para emprender el ultimo tramo. Este, tras realizar un continuo descenso por la arista norte, se convierte nuevamente en un comodo sendero que, tras sortear diferentes barrancos concluye en la Deg. de Tasartico.
Caminar por esta zona es algo verdaderamente sorprendente, pues por donde parece imposible tanto que se pueda subir como bajar, una vez allí, resulta algo mas sencillo de lo esperado, claro esta que avanzando siempre con bastante precaución. En este caso descendimos verticalmente hasta la siguiente degollada, donde enlaza el camino procedente de Tasarte, para luego bordear primero por la zona oeste antes de volver a retomar la cresta que nos conduciría definitivamente al vértice de la pirámide.
Aquí paramos para disfrutar de la sensación de encontrarnos un poco mas cerca de convertirnos en pájaros. Aunque de lejos no lo parezca es posible estar allí arriba y ponerte a la "pata coja" sin correr el riesgo de echarte a rodar ladera abajo. Cierto es que si me llegan a dejar con un helicóptero hubiese creído imposible bajar por sus paredes, pero si, es posible y sin muchas complicaciones. Así que tras comer algo y las fotos de rigor, retomamos la marcha para emprender el ultimo tramo. Este, tras realizar un continuo descenso por la arista norte, se convierte nuevamente en un comodo sendero que, tras sortear diferentes barrancos concluye en la Deg. de Tasartico.
Ha sido una gran jornada de senderismo disfrutada con gran compañia y muchas ganas, pues hacia mucho mucho tiempo que queria subir esta montaña. Ahora, cuando pase cerca de ella, ya no dire como hasta ahora, mientras apunto con el dedo...: "un dia me gustaria subir alli arriba", sino que por fin podre decir "yo ya he pisado lo mas alto de esa piramide".
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